Leer entre líneas
¡Bien y de buenas!
Por Francisco Ruiz*
Septiembre llega a su ocaso, pero antes de que finalice quiero felicitar a dos admirados amigos: Mario Ortiz Villacorta Lacave y Pedro Ochoa Palacio, quienes celebraron un año más de vida, en días pasados. Villacorta es maestro de incontables generaciones, apasionado de la historia y con un corazón auténticamente altruista; por su parte, Ochoa destaca como un dedicado promotor de la cultura mexicana, que ha ocupado cargos desde los cuales ha impulsado el talento bajacaliforniano en México y el extranjero. ¡Enhorabuena para ambos!
En ese mismo sentido, me es preciso reconocer la valiosa labor que ha realizado el Instituto Municipal de Arte y Cultura, bajo la acertada dirección de Haydé Zavala Leyva, quien, por cierto, recientemente culminó su Maestría e inauguró la quinta Casa de Cultura, un gran legado para este municipio. ¡Gracias al IMAC por su servicio a Tijuana!
Hablando de temas locales, hay mucha información por analizar para un espacio tan corto -además de que no pretendo aburrir al lector-, por lo que me concentraré en el cambio que se avecina en la Administración Pública municipal. Con base en las primeras señales, se puede entrever que el gobierno electo implementará un sistema de trabajo ejecutivo, ¡ojo! Será por la formación del próximo alcalde y no por su partido. Algo que llama particularmente mi atención es que, aparentemente, la próxima autoridad local se caracterizará por ser incluyente, pues ya se logran apreciar perfiles de todos colores, sabores y prestigios. Hablando de prestigios cuestionables, destacan los nombramientos de algunos futuros titulares que, más que destacarse por su capacidad o experiencia, son conocidos por el demonio que los apadrina. El tiempo y su desempeño nos permitirá raciocinar más al respecto.
Y hablando de sepulcros blanqueados, tal parece que aún sobreviven grupúsculos dañinos dentro del PRI local. Resulta lamentable la actitud que han asumido algunos “cuadros” tricolores que no comprenden que las prácticas desleales -léase: acarreo, simulación, capitalización personalista, entre otros-, sumieron a dicho partido en una catástrofe, pero enfrascados en su egoísmo, insisten en seguirlas llevando a cabo. Candidatos perdedores con resultados exiguos que aspiran a dirigir un instituto político que requiere de entrega, esfuerzo legítimo y aspiraciones colectivas que promuevan la crítica constructiva, el desarrollo institucional, el profesionalismo y la unidad política. ¡No se vale!
Antes de finalizar, me permito hacer una humilde y respetuosa sugerencia a quienes deciden publicar sus ideas, críticas, comentarios, etcétera: si se van a dedicar a escribir, asegúrense de hacerlo correctamente, ¡por favor! La RAE es una excelente aliada para lograrlo y nuestros ojos merecen una lectura decorosa.
Como se advierte en el título de esta columna, andamos bien y de buenas, ¡y no es para menos! Septiembre es un mes que inspira a todos los mexicanos a adoptar la mejor actitud, aun ante la complejidad de la vida cotidiana. Por eso me dio mucho gusto ser testigo de la participación de mis alumnos en una Noche Mexicana universitaria celebrada el viernes pasado. Después de ello, no me queda la menor duda de que el buen ánimo, la solidaridad y el entusiasmo, se contagian. Nos leemos la próxima semana.
Post Scriptum. “Cuando te toca, aunque te quites; cuando no te toca, aunque te pongas”, dicho popular.
* El autor es analista político, catedrático y escritor.
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