La 4T, medicina para la ‘parasitocracia’; ¿cuándo los empresarios dejarán su ‘parasitonomics’

Con excepciones, los empresarios mexicanos viven del gobierno. No arriesgan en proyectos de cambio tecnológico; van a la segura con las licitaciones

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sdpnoticias.com

Por: Federico Arreola

En febrero de 2015, en Reforma, el señor Eduardo Caccia diagnosticaba la enfermedad  parasitocracia y proponía el remedio. Lo cito:

√ “Nuestra incipiente democracia arrastra una tristeza: no nos gobierna una aristocracia, no nos gobiernan los mejores”.

√ “El estado de salud de la democracia en México coincide con el concepto aristotélico de demagogia: ‘la forma corrupta o degenerada de la democracia’. Esta descomposición equivale a un estado de putrefacción, tierra de gusanos”.

√ “Estamos infestados de parásitos corruptos, una ola de saqueos que no es exclusiva (aunque sí liderada) de la clase política, un engrudo que detiene el movimiento de México, una sombra que va de las esferas más altas del poder a la calle donde transitan mortales”.

√ “Impunidad y demagogia abonan la parasitocracia. Si en economía se habla de ‘plan de choque’ cuando hay crisis, más que remedios caseros anticorrupción, requerimos un golpe de timón. Un golpe que aplaste a los gusanos que amenazan con comerse todo”.

El golpe que “aplaste a los gusanos” ya está sacudido a las estructuras del poder político en México. Es el de la 4T encabezada por Andrés Manuel López Obrador.

Lo que sigue es modificar, a fondo, la carcasa de nuestro sistema económico, dominado no por empresarios innovadores, sino por traficantes de influencias y auténticos asaltaerarios.

La prueba de que en México lo que impera es la parasitonomics está en las columnas de opinión de los analistas expertos en negocios, economía y finanzas. Las informaciones que dan pocas veces tienen que ver con proyectos de investigación y desarrollo, con avances técnicos o con otra clase de apuestas de inversión innovadoras. En los espacios mediáticos dedicados al empresariado mexicano casi el ciento por ciento de lo que se difunde tiene que ver con licitaciones públicas, contratos con el gobierno, apoyos desde el Estado a los “emprendedores”.

Hay excepciones, pero la mayoría de la gente dedicada a actividades empresariales arriesga poco en aventuras de verdadera innovación.

He ahí la principal explicación al pobre crecimiento económico de México: la mediocre clase empresarial que solo invierte si tiene el apoyo del gobierno. Es decir, no arriesga. Solo emprende negocios si tiene segura la ganancia. Así no se puede.

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