Expediente Político
Por.- Alfredo Calva
Del regidor José Cañada, presidente de la Comisión de Seguridad Pública en el XXIII Ayuntamiento de Tijuana, por su exigua capacidad para asimilar la realidad de lo que se vive en Tijuana, y el raquítico entendimiento de la misma, se puede entender, pero del alcalde Arturo González Cruz, no es comprensible, el que se haya inclinado por la designación de Roberto Esparza Trujillo, como titular de la dirección de la policía municipal.
Del edil José Cañada, ni para que perder el tiempo buscando una explicación creíble al apoyo que dio a tan pésima decisión.
La nominación de Roberto Esparza Trujillo de acuerdo a los elementos de la policía consultados, fue recibida por la mayoría de los integrantes de la corporación preventiva, “como un retroceso», “como si en la presidencia no quisieran componer las cosas”, los consultados coincidieron en señalar que, habían salido de “Guatemala” con la renuncia de Carlos Betancourt como director, pero, los metieron a “Guatepeor”, con la designación de Esparza Trujillo.
En la corporación para nadie es un secreto la fuerte tendencia de Esparza Trujillo a las acciones de corrupción, así como su estrecha relación con personajes de dudosa reputación, es por ello, que les tomó de sorpresa que el alcalde lo quitara de encargado de despacho de la dirección a Esparza Trujillo, y lo convirtiera oficialmente en el director de la corporación.
Bajo éste contexto se cuestionó a los entrevistados, respecto a que si ellos consideraban que el Secretario de Seguridad Pública, Capitán Alberto Ayón Monsalve, habría tenido injerencia en la designación del director, la respuesta fue contundente y coincidente “él no mete la mano en ese tema, no conoce a los elementos», “él solo se dedica a las relaciones públicas”.
Su respuesta no fue de extrañar, desde el inicio de la administración actual, Ayón Monsalve ha sido señalado y criticado por su gran agenda social, que eso sí, siempre ha cumplido a cabalidad, y hasta hace unos días, en esa fausta tarea era acompañado como su fiel escudero, el defenestrado Carlos Betancourt, en ese tiempo, su director de policía.
El no aplicar el alcalde el mismo ímpetu, esfuerzo e interés a las políticas públicas de combate a la inseguridad, como lo hace con las de desarrollo social o económico, así como a las obras de infraestructura, se impacta de manera negativa y disminuye su imagen y aceptación ante sus gobernados, prueba de ello, el estar después de la presidente municipal de Mexicali, Marina del Pilar Ávila Olmeda, en los dos estudios demoscópicos que se han llevado a cabo por empresas encuestadoras, en lo que va de sus administraciones.
Si su proyecto principal es, si la SCJN decide una gubernatura de dos años, buscar ser el candidato por Morena a la gubernatura del estado, tendrá que atender con mayor atingencia el asunto de la inseguridad y dar solución apremiante a los conflictos y corrupción que se viven en las direcciones de policía y tránsito municipal.
En política, los años son muy cortos y los días largos.
La decisión está en él.
Y mientras tanto….
Se vislumbra cambio en la titularidad de la Secretaría General de Gobierno en Baja California, de cumplirse lo que se otea en el horizonte político bajacaliforniano, podremos decir, que los dos principales cargos en el poder ejecutivo, tendrán ADN priísta y panista, respectivamente. Y avanza la cuarta transformación.