Basurero del Jibarito es una bomba de tiempo
Totalmente inviable su apertura, Secretaria del Medio Ambiente Municipal seguramente no cederá a presiones
TIJUANA.- El basurero ubicado en el Jibarito que recientemente clausuró el gobierno Municipal a través de su Secretaria del Medio Ambiente, Verónica Corona, es una bomba de tiempo ante los malos manejos de residuos que por décadas se han arrojado ahí, por lo que es totalmente inviable su apertura.
De acuerdo a dictámenes técnicos que los gobiernos del PAN ignoraron por años, en el depósito de basura manejado por la empresa ECO WASTE, existen graves anomalías que ponen en riesgo la vida de miles, pues no se cumplen con normas de manejo y además de que existen comunidades prácticamente alado del basurero, arroyos y los residuos se transminan a los mantos acuíferos subterráneos.
Dentro de las irregularidades encontradas esta el permiso con el que operaban antes, mismo que fue entregado por el Gobierno del Estado de la administración de Kiko Vega quien a pesar de estar declarado como un relleno con vida útil acabada, se le dio un permiso temporal que ahora no pueden utilizar por que la autoridad municipal les clausuró.
Adicional, ECO WASTE, la empresa propietaria del relleno, no ha cumplido con los permisos municipales y de bomberos.
Adicional, viola la norma de seguridad aérea al estar a menos metros de lo establecido como distancia mínima de un aeropuerto, como son desechos al aire libre, parvadas de aves sobrevuelan la zona y esto pone en riesgo el aterrizaje y despegue de aviones en el aeropuerto internacional de Tijuana.
Adicional, viola la norma federal que marca una distancia mínima del trazo urbano, pero ello no había detenido que siguieran arrojando miles de toneladas de basura mal manejada todos los días.
Aunadoba ello, viola la norma federal sobre la distancia mínima de un paso de agua, puesto que en un extremo hay un arroyo que desemboca en playas de Tijuana. Mucha de la suciedad liquida que se vierte en el basurero termina en el arroyo que va para Playas.
Pero además existen múltiples denuncias públicas y algunas legales que preparan los residentes de la zona por las afectaciones a la salud que han sufrido por décadas y podrían agudizarse si el basurero se reabre.