LAS OTRAS HISTORIAS DEL CONFINAMIENTO

0

AJEDREZ POLÍTICO

LAS OTRAS HISTORIAS DEL CONFINAMIENTO

DON JESÚS SE ARREGLA TODOS LOS DÍAS PARA SALIR

POR: SERGIO ANZURES

Don Jesús como cualquier otro día se levanta y se mete a bañar, se viste y queda listo para salir a la calle.

Es una rutina que aprendió hace más de setenta años.

Hoy no entiende porque sus hijos le prohíben salir cuando ya está limpio y bien vestido para hacerlo.

Don Jesús a sus más de setenta años se molesta por los comentarios que sus hijos le hacen, ordenándole categóricamente no salir a la calle porque está en peligro, como si en esta ciudad todo fuera seguro, murmura Don Jesús molesto.

Ellos no saben que su padre entiende muy poco sobre la pandemia, pero por protegerlo no le explican del todo. Les da miedo quizás.
Su falta de claridad y silencio o intercambio de miradas entre ellos agobian más a Don Jesús y lo enferman.

Con hipertensión y diabetes generada por su trabajo de alto stress, Don Jesús debe salir a cobrar su cheque porque no le aceptan una carta poder ni donde cobra, mucho menos en el banco donde para cambiarlo dicho sea de paso debe hacer fila porque al joven gerente no se le ocurrió una línea preferente para personas de la tercera edad en situación de riesgo frente al coronavirus.

Tres horas esperando de pie, pasar para poder cambiar su cheque.

¿Acaso los gerentes de los bancos deben de tener como requisito en su hoja de trabajo algo que diga insensibles?

Don Jesús no entiende mucho sobre las fases de la pandemia, pero como muchas personas de la tercera edad debe salir a cobrar y cambiar para poder llevar el dinero a casa con su mujer.

En donde vive Don Jesús no tiene acceso al internet, no ve redes sociales y solo escucha la radio o pocas veces observa la televisión porque a su esposa le da más temor que cuidarse el corazón, cuidar la mente de ambos con todo lo que dicen qué está sucediendo.
Como muchos habitantes de Tijuana, Don Jesús y su señora llegaron a la ciudad hace más de seis décadas.

Recientemente al vecino de Don Jesús conocido como “El Chiapas” se le metieron al patio y le robaron todo lo que encontraron afuera. Ninguna patrulla llegó. La pandemia nos tiene aislados, dijeron varios vecinos de la colonia Camino Verde, donde viven.

“Aunque como adultos mayores ya nos habíamos sentido aislados y lejanos desde que los nietos e hijos venían a visitarnos y solo se sentaban con su teléfono celular a estarse riendo como locos”, jamás conversaron con ellos, platicó con palabras entrecortadas la esposa de Don Jesús.

Hoy la pandemia obligó a que las visitas se queden en su casa, están juntos pero siguen aislados entre sí porque cada uno, está “pegado” a su teléfono, computadora y tableta.

Don Jesús como muchos de nosotros extraña salir, por supuesto dice él “bien bañado para ver a mis amigos y tomarnos un café, además de gastarnos, por lo menos esos doscientos pesos en una quiniela en el Casino”.

A su tercera edad, el encierro y confinamiento, así como la abstinencia de salir y gastar, ha convertido a Don Jesús en un hombre más irritable.

La otra ocasión él y su mujer discutían porque los chamacos a los que les han pedido surtir la despensa ni siquiera sabían escoger la fruta.
También discutían porque Don Jesús quiere enseñarle a cocinar a su esposa con quien tiene más de cincuenta años de casados.

Expertos consultados por AJEDREZ POLÍTICO afirman que en este momento la intolerancia, tensión y neurosis dentro de los hogares comienza a incrementarse, sobre todo en personas de la tercera edad por lo que es de suma importancia estar en comunicación con ellos.

Don Jesús todos los días se baña y viste como si fuera a salir, a pesar de que su esposa se ríe y le dice una y otra vez ¿bueno Jesús a dónde vas pues?.

Don Jesús no es una persona ficticia, es real, vive en Tijuana, tiene hermanos, esposa e hijos, y en la pandemia cada quincena debe salir a cobrar su cheque y cambiarlo en el banco.

¿Será que todos tenemos un poco de Don Jesús? Nos vemos en la siguiente.

Deja una respuesta