Buscará “El Terrible Morales” acabar con la corrupción en el deporte

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Tijuana.- Tras reconocer que actualmente hay mucha corrupción en las organizaciones deportivas mexicanas, el candidato a diputado federal por el 07 Distrito Electoral Federal, Erick Morales, mejor conocido como “El Terrible Morales”, buscará la forma de evitar que se malverse con los recursos federales que se destinan para el deporte.
Entrevistado al término de la sesión semanal del Grupo Político Tijuana “El Terrible Morales, dijo que actualmente Alfredo Castillo Cervantes, se encuentra separado de su cargo, porque hay una investigación por el desvío de recursos que estaban destinados a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).
“Es difícil vigilar que no haya corrupción, porque hay muchas federaciones y comités que manejan recursos federales, pero si tengo el apoyo de los ciudadanos para ganar el 1 de julio, voy a buscar la forma de que haya un control para que no se malverse el dinero que el gobierno entrega para fomentar el deporte”, dijo claramente el ex campeón tijuanense.
Ante los miembros del Grupo Político Tijuana, Erick Morales, dijo que lo primordial en el gobierno que habrá de encabezar Andrés Manuel López Obrador, será la educación, el deporte y la cultura física, porque consideró que solamente con esos ejes se podrá lograr el cambio que se busca para los mexicanos.
También recordó que el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, lleva en su programa de trabajo el que haya escuela para todos y que a todos los niños se les entregue un desayuno, para que puedan asimilar lo que les enseñan.
Lo anterior, dijo, porque hay mucha pobreza y muchas familias mandan a sus hijos a la escuela, incluso, sin comer nada. “En Tijuana hay mucha pobreza, de eso yo soy testigo, porque he recorrido gran parte del estado y he visto que son más los que no tienen lo suficiente, que los que satisfacen medianamente sus necesidades”.
Dijo también que en Baja California tenemos un grave problema de obesidad, porque en las escuelas no imparten la cultura física en forma ordinaria; hay muchas escuelas que apenas una o dos horas de clases de deportes les dan y eso no ayuda a ejercitar el cuerpo de los niños.
Consideró necesario que se establezca una hora de clases de deportes en todas las escuelas, porque las que tienen clases las tienen pero sólo una o dos horas por semana y es por ello que los niños no hacen ejercicio.
Habló de la importancia que tiene el deporte en una ciudad en materia económica y citó como ejemplo el efecto que causó la llegada del equipo de futbol Xolos, que cuando juegan hay una importante derrama de recursos porque no solamente asisten al estadio los tijuanenses, sino que hay muchos aficionados a ese deporte que vienen de Estados Unidos.
Incluso, se refirió a los juegos de futbol ahora que se lleva a cabo el mundial, que ha provocado que los restaurantes, bares y otros centros de diversión permanezcan llenos, con el claro dejo de recursos por el consumo en esos lugares.
También se refirió a la riqueza con que cuenta nuestro país, que cuenta con minas de oro, plata y otros metales, pero también citó sus cotas y grandes tierras de cultivo y para ejemplificar lo grande que es México, recordó la ocasión en que le tocó estar en Japón.
“Llegué y la persona que me iba a recoger para conducirme a donde tenía que estar, me condujo a su casa, que era un edificio. Entramos y miré la estancia, muy grande, luego dijeron que subiéramos al comedor y, como ya llevaba yo mucha hambre, dije entre mí, ‘qué bueno, porque ya me moría de hambre’. Al entrar al comedor, era inmenso. Se sentó en la cabecera y yo a un lado. Luego trajeron un plato con rebanadas de manzana. Me dijeron pruébalas, a ver a qué te saben.
Yo le dije, pues saben a manzana y luego me trajeron kiwis, me pidieron igual que las probara y me volvió a decir a qué te saben, pues yo le dije ‘a kiwi’ y luego, a manera de presumir, me dijo ahora te voy a traer un melón para ver qué tan te sabe y cuando otra persona me dijo que todo eso era de importación, cuando probé el melón y me preguntó a qué me sabía, le dije: ¡delicioso!”
Explicó que eso fue porque él no se había dado cuenta que Japón no cuenta con grandes extensiones de tierra donde puedan contar con árboles frutales y cuando les llevaban para su alimentación era algo extraordinario, porque además para ellos era muy costoso comer todo tipo de fruta, porque son de importación.

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