SEGURIDAD: LA PATA COJA DE LOS AYUNTAMIENTOS

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SEGURIDAD: LA PATA COJA DE LOS AYUNTAMIENTOS
Algo CADA DÍA
Por Fernando RUIZ DEL CASTILLO

El gobierno municipal de Marina del Pilar Ávila Olmeda, junto con sus compañeros de cabildo, están por tomar una decisión de gran trascendencia para los mexicalenses y del que dependerá, en gran parte, el futuro político de la alcaldesa.
Si otra cosa no sucede, en el transcurso de esta semana, el Honorable Cabildo del 23 Ayuntamiento de Mexicali, deberá estar citando a sesión para elegir a quien será el sucesor de la licenciada María Elena Andrade en la dirección de Seguridad Pública Municipal.
Esta dependencia, responsable de garantizar la seguridad y el orden en la capital del Estado, es una de las cuatro “patas” sobre las que se sostiene el funcionamiento, operatividad, destino y calificación de un buen gobierno municipal. Las otras son obras, servicios públicos y parques y jardines.
Hasta ayer domingo, dos nombres se manejaban con insistencia y gran potencial para dirigir los destinos de la corporación policiaca que agrupa a casi 1900 elementos y representa el primer acercamiento de los ciudadanos con la autoridad.
En lo personal, creo que los dos mencionados son personas honestas, honradas, con experiencia, conocimientos y capacidad. Ambos se iniciaron en las fuerzas policiacas, conocen las entrañas del monstruo y han sabido salir adelante, preparándose académicamente y creciendo profesionalmente.
Marina del Pilar y el cabildo local no pueden equivocarse en su selección y tendrán que decidir entre Alejandro Lora Torres o Javier Salas Espinoza.
Uno de ellos, si no es que hay alguna imposición o sorpresas de las que nos tiene tan acostumbrados la 4T, tendrá a su cargo la responsabilidad de asegurar una de esas cuatro patas en los que se sostiene el Gobierno Municipal.
Pero Marina del Pilar no deberá permitir, dada la importancia y responsabilidad el cargo, imposiciones y su decisión deberá basarse sobre todo en el perfil, el curriculum y la valoración profesional de quienes asuman el compromiso de recuperar el orgullo y el respeto de la Policía Municipal de Mexicali.
Antes de tomar esa decisión, resultaría un extraordinario ejercicio que el H. Cabildo en pleno o la Comisión de Seguridad Pública, junto con la alcaldesa, valoren la posibilidad de realizar entrevistas a los aspirantes y exigirles la presentación de un programa de trabajo.
Deberán calificar en los aspirantes qué tanto es su compromiso con la sociedad y el amor a nuestra ciudad, su conocimiento sobre los problemas de la inseguridad en la capital del Estado y su visión sobre la forma de atenderlos, enfrentarlos y superarlos.
Hay que analizar a conciencia, fuera de intereses políticos, sus currículos activos y probados, que no tengan compromisos de amistad, familiar, compadrazgos y MIEDO de regresar a ser tropa.
Con visión de LIDERAZGO para combatir la corrupción, ineficiencia, insensibilidad a la inseguridad, que entienda la importancia de la sinergia entre sociedad y autoridad y sea un ejemplo a nivel nacional.
María Elena Andrade es una mujer que hizo su mejor esfuerzo pero que no logró conectar con la tropa. Sus cuadros de mando, entre los que por cierto se encontraba Lora Torres, al parecer no entendieron la importancia del trabajo en equipo y más que soluciones, le generaron problemas.
Hoy el reto principal para la corporación es contar con un director que no solo conozca la operatividad y que sepa de las debilidades y las fortalezas de la corporación, sino que tenga la suficiente autoridad moral para protegerlos y obtener de la autoridad central el respaldo para su seguridad y las de sus familias.
Que tenga la estatura y habilidad tan necesarias para lograr alianzas con el sector empresarial que redunden en beneficio de los y las policías de Mexicali y sea un conducto más para el acercamiento de este importante sector productivo con la Presidenta Municipal y su Gobierno.
Un director con visión hacia el exterior, que traiga su experiencia, sus conocimientos en otros niveles de gobierno, la comparta y la ponga al servicio de los casi 2 mil policías que demandan permanente capacitación y crecimiento profesional.
Un director con ideas frescas, innovadoras, que refresquen, alimenten y renueven el lastimado espíritu de un de las policías que llegó a distinguirse algún tiempo como de la mejores del país.
Un director que se visualice como un auténtico líder que, con su experiencia, capacidad y visión, tenga la habilidad y capacidad para reconstruir el tejido de una policía municipal dividida por los intereses políticos, penetrada en algunos niveles por la corrupción y lastimada en su orgullo e integridad.
Un director que, en un tiempo corto, lo más corto posible, ponga el nombre de Mexicali en el mapa del país y del mundo, que sea referencia positiva en los noticieros internacionales, nacionales, estatales y locales, así como en los medios alternativos.
Un director que, con su actuación y la de su equipo, convierta a la Dirección de Seguridad Pública Municipal en la pata firme del Gobierno Municipal y lleve a niveles superiores las aspiraciones políticas de la alcaldesa Marina del Pilar Ávila Olmeda.
Visualizarlo de otra manera sería caer en el conformismo y la mediocridad.
Y Mexicali ya no tiene tiempo ni está para experimentos basados en recomendaciones, compromisos, buenos deseos, pero, sobre todo, de intereses políticos y personales.
La alcaldesa Marina del Pilar Ávila Olmeda tiene, en este nombramiento, su futuro político.
Si quiere trascender, no tiene derecho ni espacio para equivocarse.

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