Tendra Ensenada la peor crisis por falta de agua en 2022: GIA
Urge la construcción de la segunda etapa de la Desalinizadora Ensenada. El mayor problema es la falta de planeación por parte de las autoridades.
ENSENADA.- Si en este momento no se inician los trabajos para poner a funcionar la Segunda Etapa de la Planta Desalinizadora para elevar de 250 a 500 litros por segundo la disponibilidad del líquido de esa fuente de abastecimiento, Ensenada enfrentará en 2022 la peor crisis de su historia por la falta del vital líquido, consideró Francisco Javier Barraza Salazar, coordinador del Grupo Interdisciplinario del Agua (GIA).
El empresario dijo que en este momento la ciudad solamente cuenta de 950 litros por segundo de los 1,100 que necesita para satisfacer sus necesidades domésticas y comerciales, sin embargo, no hay agua disponible para el crecimiento y el desarrollo económico por la falta de una planeación de las autoridades correspondientes.
Ahora mismo, apuntó, existen minitandeos, muchos de éstos provocados por los problemas de la red obsoleta y la falta de mantenimiento, pero en otras ocasiones por la fragilidad de las fuentes de abastecimiento de las que depende la población.
Barraza Salazar aseguró que de los 300 litros por segundo que se habían anunciado se sumarían al flujo de agua para Ensenada con la construcción del Flujo Inverso, solo llegan 130 litros, porque el resto del agua se queda para consumo comercial y turístico en el municipio de Rosarito y la zona costa.
Además, no se es una fuente confiable de suministro, ya que, aunque trae parte de la dotación de 9 millones de metros cúbicos de Agua del Río Colorado que le corresponden a Ensenada, se corre el riesgo de que Tijuana “nos la quite” cuando se incrementen sus necesidades, dijo el coordinador del GIA.
El también empresario subrayó que la aparente suficiencia que se percibe en la actual demanda del vital líquido se debe a la semiparalización de las actividades sociales y comerciales impuestas por la pandemia del Covid-19, peo una vez que se regrese a la normalidad, la ciudad resentirá drásticamente la falta de agua.
Señaló además, que eso no es todo, ya que poco antes de la pandemia nuevos hoteles abrieron sus puertas y están en proceso de operar a toda su capacidad a los que se suman por lo menos dos grandes empresas: un centro comercial y un gran corporativo que se pondrán en operación y la presión será aún mayor.
EL GIA es un ente del sector privado de Ensenada cuya principal tarea es procurar que haya una planeación eficiente para que haya agua no solamente para uso doméstico, sino para el desarrollo económico que genere empleos y calidad de vida para los habitantes del municipio, apuntó Barraza Salazar.
En ese sentido, urgió a las autoridades estatales, de la nueva Secretaría del Agua y de la Comisión Estatal de Servicios Públicos para que se reúnan con los representantes del sector empresarial del municipio para buscar una solución a la problemática antes de que se genere una grave crisis económica y social.
El dirigente comentó que el pasado 3 de junio se reunió con el Secretario del Agua Salomón Faz, con el director de la Cespe Marcelino Márquez Wong con otras autoridades en donde estuvieron presentes integrantes del GIA y colegios de profesionistas de Ensenada para explicarles y analizar la situación, entonces quedaron de reunirse 15 días después, pero es momento que ni siquiera contestan las llamadas.
Barraza Salazar previó que, de no actuar con prontitud, el verano de 2021 podría ser uno de los más complicados para la ciudadanía, debido a la previsible falta de agua ya que una vez reactivadas las actividades post Covid-19, la demanda se les vendrá encima.
Construir el II Módulo de la Planta Desalinizadora no solamente resolverá el suministro, consideró, sino que además permitirá que el costo de producir el agua sea menor, ya que en la primera etapa de la planta se hicieron las inversiones necesarias para que la segunda aproveche la infraestructura instalada como la toma y retorno del agua al mar, entre otros.
Reitero la urgencia de que las autoridades vean con seriedad el asunto y asuman su responsabilidad porque los ensenadenses no tienen por qué sufrir otra crisis como la de 2017-2018, o peor aún, debido a la falta de una planeación eficiente y oportuna.