CÉSAR HERMANO, YA ESTÁS CON DIOS Y CON PAPÁ RIGO
TE QUEREMOS MUCHO
César, hermano ya estás con mi papá en el cielo. Se echarán sus buenas platicadas.
Hermano fuiste una víctima más de este desgraciado virus. Me da rabia y tristeza no despedirme de ti.
Aunque en los últimos años nos vimos muy poco, cada vez que iba yo a Tierra Blanca (Veracruz), te buscaba y platicábamos, y siempre me dabas ánimo y me decías sentirte orgulloso que yo estuviera por acá en Tijuana.
Salúdame a nuestro papá Rigo, y también a mi mamá Chole.
Te quiero mucho.
Abrazos y mi pésame a tu adorada familia, tu esposa Cristina, tus hijos Juliana, Eliza y César, y a tus nietos.