Expediente Político
Por.- Alfredo Calva
En bienestar humillan y explotan a “servidores de la nacion”….
La delegación federal de la Secretaria del Bienestar en Tijuana, se ha distinguido desde inicio del año pasado, como un centro de vejación, explotación y de abuso laboral de sus funcionarios, especialmente los denominados “servidores de la nacion», personal en quienes recae las tareas más duras que lleva a cabo la dependencia, como la elaboración de los padrones de beneficiados de los diferentes programas sociales, que les permita, especialmente, mantener la mayoría absoluta en la cámara de diputados.
Gilberto Herrera Solórzano, es el responsable del funcionamiento y operación de la delegación del gobierno federal, bajo su mando se encuentra personal que ha sido designado por él para llevar a efecto las acciones de coordinación, asignación e implementación de las responsabilidades a realizar por parte de los “servidores de la nación”, tareas que oficialmente deben de ejecutarse en un horario de las 8 a las 16 horas, de lunes a viernes y los sábados de 8 a las 13 horas.
Los afortunados funcionarios que han logrado colocarse en el circulo de confianza de Herrera Solórzano, han aprovechado ésta condición para externar sus complejos y fobias personales que se han reflejado en el trato que les dan a sus subordinados, abusando de ellos con extenuantes jornadas de trabajo de hasta 14 horas, seis días de la semana y en ocasiones hasta los días de descanso los obligan a trabajar, bajo la amenaza de quien se niegue a laborar o se queje perderá su trabajo.
Y estas acciones de extralimitación laboral siempre van aderezadas con humillaciones y vejaciones verbales, que los empleados soportan por la necesidad de conservar el empleo, el cual pueden perder si protestan o amenazan con denunciar los hechos ante las autoridades laborales o de derechos humanos.
Evelyn Sánchez Sánchez, Adriana Medina y Alfredo Godínez, son tres personajes que más que subordinados se asemejan a asociados de Gilberto Herrera, por la protección y aliento que les da y que los convierte en entes que abusan y conculcan los derechos laborales y humanos de todos aquellos que están bajo su mando y coordinación sin remordimiento alguno, verdaderos verdugos que neutralizan de inmediato a través de elucubradas maniobras de difamación y acusaciones impostadas con las que se sustentan para dejar sin empleo a quienes osan levantar la voz para quejarse o protestar de los abusos cometidos en contra de ellos.
De estos excesos y abusos tiene conocimiento el delegado federal, Alejandro Ruíz Uribe, a quien en varias ocasiones los afectados se han acercado a él para denunciar a los socios favoritos de Gilberto Herrera, sin embargo, éste gris personaje ha puesto oídos sordos a las querellas de los denunciantes, esto le ha sido más cómodo que actuar en contra de Gilberto Herrera y su gavilla de abusivos, ya que Herrera se jacta de haber sido empleado de Jaime Bonilla, gobernador del estado, en sus empresas de comunicación y por ello cuenta con el manto protector del gobernante, lo que acobarda a Ruíz Uribe.
El comportamiento indolente y medroso de Ruíz Uribe en tan serio asunto, resulta insultante para los trabajadores abusados desde el pasado mes de enero, cuando un servidor de la nación con discapacidad cansado de la situación, denunció ante medios de comunicación discriminación por parte de una funcionaria de nombre Adriana, de la que dijo el quejoso, “que lo relegaba del trabajo y en ocasiones lo hacía quedar como un tonto ante la gente y constantemente lo interrumpía para molestarlo a medio trabajo”.
Lo que ha venido aconteciendo al interior de la dependencia en la que Gilberto Herrera es delegado regional, nunca ha sido del interés de Ruíz Uribe, para él, su prioridad ha sido desde que arribó al cargo, recorrer el estado para placearse entregando despensas y apoyos a los integrantes de algunos grupos de la sociedad bajacaliforniana, y recientemente los domingos hacer el ridículo como ayudante de albañil en Ensenada, todo con el fin de conseguir una candidatura a un cargo de elección popular, ya sea a gobernador, alcalde o diputado bajo los colores de Morena.
Con un panorama tan sombrío para quienes están padeciendo los estragos de los abusos laborales y de las maledicencias de Evelyn Sánchez, Adriana Medina y Alfredo Godínez, con la complacencia de Gilberto Herrera y la colusión por omisión de Ruíz Uribe, es que se armen de valor, se unan y hagan público su problemática, confiando que esta acción sea tan asonada que llegue a los oídos del presidente Andrés Manuel López Obrador, a ver si él quiere intervenir y dar remedio a sus penurias.
En ellos está poner fin a los abusos y excesos que los agobian.
Y mientras tanto….
Entre más se intensifica el vodevil entre el gobernador, Jaime Bonilla y el alcalde de Tijuana, Arturo González Cruz, más se asemejan al bodrio que se registró entre el exgobernador Xicoténcatl Leyva Mortera y el entonces alcalde de Ensenada, Ernesto Ruffo Appel.