Memorias de un criminalista

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Por: Lic. Alfredo Pérez

Hace un par de años durante una conferencia impartida en prestigiada universidad de Tijuana, una joven alumna levantó y formuló una pregunta que me pareció importante de retomar:
Reciben algún tipo de terapia psicológica quienes se desempeñan en la investigación criminal o ejercen las ciencias forenses?

Y la respuesta me remonto a la década de los noventas, cuando conversábamos con la psicóloga Martha Leticia Cruz Ramirez responsable de coordinar el departamento de psicología de la Agencia especializada en investigación de delitos sexuales, en aquel entonces área médico criminológica de servicios Periciales.


Martha señalaba la importancia de que todas y todos estuviéramos con trabajo de terapia y atención psicológica por la delgada línea que divide las emociones, conductas y funcionalidad de quienes desempéñamos esa labor pericial o forense.
Existe un margen de que en un futuro haya secuelas para muchas y muchos de estos expertos, la proyección de imágenes o recuerdos con características dramáticas ocasionadas por el propio estrés laboral, serán parte de las consecuencias en caso de existir desatención al trabajo de terapia, reiteró la experta hace más de tres décadas.

Los años han pasado y la salud mental de las y los peritos, criminalistas, médicos, policías y otros especialistas forenses, sigue siendo un tema de la agenda que debe atenderse con prioridad.

Identificar y conocer si el personal sustantivo padece de algún trastorno de ansiedad, depresivo por estrés postraumático, miedos, fobias, depresión, entre otros, es un tema prioritario para la salud mental de hombres y mujeres que día con día realizan o realizaron actividades de impacto para su salud mental.

Es indiscutible que el trabajo de terapia es un gran aliado para la salud física y psicológica en áreas tan sensibleS y de gran contraste entre la vida y la muerte, por ello, cuando la alumna preguntó sobre la salud mental de quienes se han desempeñado en el campo forense y las recomendaciones para quienes desean hacerlo, la respuesta aún sigue siendo un enigma o por lo menos no es sabido que lo hayan hecho décadas después.

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