Conexión Camur: nexos de corrupción de “Kiko” Vega con gobierno de Bonilla

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Por: Dianeth Pérez Arreola y Jaime Delgado

MEXICALI.- Una red de corrupción heredada de gobiernos panistas opera en la administración morenista, donde participan tanto antiguos funcionarios blanquiazules como servidores públicos de primer nivel del gobierno de Jaime Bonilla, entre ellos la encargada de combatir la corrupción, la secretaria de la Honestidad, Vicenta Espinoza.

La conexión se da a través de la empresa Camur, que habría sido creada a fondo perdido con participaciones estatales y federales, cuya accionista mayoritaria es Thanya Díaz de León Benitez. En la administración de Francisco Vega fue directora de Adquisiciones en Oficialía Mayor y directora de Administración en Isesalud.

Díaz de León Benitez es actualmente pareja sentimental del recién nombrado Oficial Mayor estatal, Israel Clemente González, quien fungió como subdirector general de Administración de Isesalud del primero de noviembre al 23 de diciembre de 2019. Él, según testimonios de los accionistas, estaría inyectando dinero a la empresa desde el año pasado, sumando más de 2.5 millones de pesos.

Camur, ubicada en Tapiceros 1200 en Mexicali, fue registrada oficialmente como Productora Aquícola (sic) Urbana S. de R.L. de C.V. el 30 de octubre de 2017. Se fundó siendo accionistas la propia Thanya Díaz de León Benitez; su madre Irma Inés Benitez Ontiveros, Ernesto León Marrufo quien fuera esposo de Thanya, y Rutilo Pérez Flores, quien fuera director de Adquisiciones y subsecretario de Finanzas con Francisco Vega.

Cada socio aportó 3 millones de pesos de capital. Aunque la idea era producir camarón, después pasaron a la comercialización, y posteriormente abrieron el abanico de productos, explicó León Marrufo.

Vicenta y los sobres manila

Diáz de León Benitez y León Marrufo están en proceso de divorcio. Él empezó a notar movimientos extraños con las cuentas de la empresa y está promoviendo también un juicio mercantil, tanto que el ex socio solicitará una auditoría.

¿La empresa se utilizó como fachada?

No.  Pero de un tiempo para acá yo creo que sí. Cuando yo me separé de Thanya, empecé a ver que le empezó a inyectar dinero y yo le pregunté que de dónde estaba sacando ese efectivo. Ella me dijo que era dinero que le debían, y yo pues “pero de dónde o de qué, sí negocios no tienes”. Ya teníamos muchas diferencias entre ella y yo, pero en el negocio a mi no me gustaba meter dinero que yo no sabía de dónde venía y menos efectivo,.

¿Cuánto llegaba a meter?

Sigue metiendo… te estoy hablando de 800 mil al mes. Y nosotros empezamos… la producción empezó como con medio millón de pesos y te puedo decir que en dos meses ya compramos los dos millones.

¿Tú tienes la sospecha que esté usándose la empresa para lavado de dinero?

Pues sí, porque no sé de dónde esté entrando el dinero, la verdad. Te aseguro que si se hace una auditoría como la que yo pienso hacer, estos ingresos no están justificados.

¿Cuánto crees que esté entrando en efectivo sin comprobar?

Pues yo detecté en tres meses como tres depósitos de 800 (mil pesos) pero los van haciendo de menos: de 100 mil; de 90, de 60 (para esquivar las responsabilidades legales de los bancos).

¿Qué rol ha jugado en todo esto Vicenta Espinoza?

Cuando a Thanya la corren del Gobierno del Estado… la corrieron de Salud y luego regresó al Gobierno del Estado y duró como un mes y tuvo unas diferencias con alguien. Vicenta ya traía mucha relación con Clemente (Israel Clemente González) desde Salud y le dijo que la iba a meter otra vez al gobierno, que no se desesperara. Y así la trajo y es así como ella iba mucho ahí (a Camur) yo no sabía quién era esa mujer (Vicenta Espinoza) iba mucho al negocio, pero siempre que iba Thanya nos pedía a todos que nos fuéramos. Yo cuando hablé con ella le dije qué por qué nos teníamos que ir, si no teníamos nada que esconder.

¿Qué hacía Vicenta ahí?

No tengo idea, la verdad. Sí llegué a ver en las cámaras que ella llegaba con sobres manila y se iba con sobres manila. A Israel lo vi ahí dos veces, a Vicenta la vi tres veces. Ella era la de los sobres, iba con otra mujer, no sé quién era.

¿Thanya te habló alguna vez de moches, de contratos, licitaciones?

Tuvieron un problema muy grande con bancos de sangre, que creo eso fue lo que detonó que la corrieran, con Pérez Rico.

¿Y ella se benefició personalmente?

Pues yo digo que sí. Yo era el que llevaba el dinero a la casa y de repente vi unos números que nada tenían que ver con lo que yo generaba y decía que era dinero que le debían.

Las redes entre funcionarios

Cuando llegó la secretaría de la Honestidad, Vicenta Espinoza, a la campaña del entonces candidato a gobernador Jaime Bonilla en 2019, ni para la gasolina traía, dijo uno de los responsables de la entrada de la política de la dirigente del “Barzón» en Tijuana.

En esa campaña llegó con dinero en mano Israel Clemente para poder incrustarse con el gobierno morenista, acompañado siempre de sus «guaruras» y empezó a colaborar en esa incipiente campaña como encargado de Relaciones Públicas.

Morena gana la elección en 2019. Jaime Bonilla coloca a sus colaboradores en el gabinete: Vicenta Espinoza, encargada de combatir la corrupción e Israel Clemente como Director de Adquisiciones de la Secretaría de Salud, dependencia que encabeza Oscar Alonso Pérez Rico.

El actual Secretario de Salud, era también miembro de ese grupo político, encabezado por Rafael Leyva. Tras unos meses de gobierno, tanto Israel Clemente González como Vicenta Espinoza cambian sus lealtades y le dan la espalda a Leyva y a Pérez Rico, y se vuelven incondicionales de Amador Rodríguez Lozano.

Al inicio del gobierno de Jaime Bonilla, se destapa un escándalo de “moches”, lo que le cuesta el puesto al Oficial Mayor, Jesús Núñez, que luego es reubicado en la Secretaría Particular del Gobernador.  También sale Cinthya Gissel García Soberanes, secretaría del Bienestar. Ambos son acusados de cobrar «moches» a nombre del mandatario estatal, una parte de ese dinero que el ejército dejó pasar por el punto de revisión de «El Centinela», una suma de 4.6 millones de pesos.