Consejeros Anticorrupción «apócrifos» entre PAN, Morena y PES
Iraís, Osnaya, Luis Iván, mercenarios de la política Gerardo Álvarez, dueño de una mansión en Cumbres de Juárez
KIOSKO POLÍTICO
Ricardo Zurita, un amante de la tauromaquia, ha sido evidenciado por generar y promover documentos apócrifos en el ámbito oficial para abonarle a la corrupción y la impunidad de Baja California.
Igual falsea documentos que presenta firmas apócrifas, falsas, inventadas para un bien superior. El suyo.
Se formó en el servicio público dentro del panismo de Jesús González Reyes, con quien fue funcionario y Director de Responsabilidades de la Sindicatura.
Su jefe, Marco Antonio González Arenas, es ahora candidato del PES a una diputación por Tijuana. Otro de sus jefes políticos y alumno suyo, Raúl Castañeda Pomposo, lo promovió como diputado panista para convertirlo en consejero anticorrupción
Ambos expanistas, como Zurita, ahora juegan sus fichas dentro del PES de Jorge Hank.
Zurita quiso ganar 80 mil pesos al mes y en 2018 convenció a seis consejeros anticorrupción para pedir al Congreso local, con mediación del grupo parlamentario del PAN, la asignación de ese recurso para ellos. El problema para este tijuanense fue que generó rechazo de sus representados porque falsificó sus firmas en el documento, además que los diputados consideraron que era demasiado el salario que pidió Zurita. Cada mes gana 30 mil pesos, suma nada despreciable, aunque muy inferior a sus sueños de sibarita.
No sólo en ese documento se han simulado, falsificado, inventado firmas, incluso desde la formación de su asociación hecha para justificar su sapiencia y expertis en el combate a la corrupción.
La más reciente de este consejero anticorrupción que representa Tijuana fue fabricar una convocatoria, con el recurso de «copia y pega», para una reunión del Órgano de Gobierno del Sistema Estatal Anticorrupción de Baja California.
Para esta convocatoria anexó las firmas de los consejeros de gobierno para simular un documento original.
Así lo evidenció el propio Sistema Anticorrupción que denunció por varios millones de pesos por salarios caídos y viajes realizados para presentar denuncias de la corrupción local.
A principio de 2021 con motivo de una revisión del ejercicio 2019 de la Auditoría Superior del Estado, el SEA solicitó su opinión fiscalizadora para proceder el pago de Zurita a pesar que desde ese año se ha negado sistemáticamente a firmar un contrato de servicio de honorarios.
Más allá de su pago, cuya decisión está en manos del Auditor Superior del Estado, Jesús García, y la secretaria de la Honestidad, Vicenta Espinoza, a quienes ha servido como peón, está su permanencia en el SEA pues su período de tres años vence el 15 de julio.
Como pago a sus servicios, hay quien asegura que se quiere quedar para presidir el sistema anticorrupción, al igual que el también consejero Edgardo Silva, quien está por concluir sus encargos constitucionales, cuyo hermano Rumualdo es candidato del PES por un distrito de Mexicali.
Ambos consejeros, sin rubor alguno, pasaron de estar en los brazos del PAN a los de Morena, aunque sus corazones están ahora con el Partido Encuentro Solidario.
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Los ex panistas Iraís Vázquez Aguiar, su esposo, Gonzalo García, Saúl Osnaya, Luis Iván Pérez e Irene Valadez, entre otros, “presumieron” que ahora apoyan a Monserrat Caballero Ramírez, candidata de MORENA a la Alcaldía de Tijuana.
Integrantes del Acción Juvenil en Tijuana, tras lograr posiciones en los Gobiernos Estatales y Municipales del PAN, durante dos décadas, los “chavorucos” ahora dejan la teta azul y se van a la guinda.
Atrás quedaron los ideales y principios que tanto pregonaban. Los cursos de capacitación que recibieron en el PAN Nacional sobre el humanismo político, los tiraron a la basura. Primero la lana, habrán pensado.
Iraís Vázquez ex diputada local e integrante de la Legislatura anterior comprada por el bonillismo, para ampliar el periodo del Gobernador, Jaime Bonilla Valdez, es el más claro ejemplo de la traición.
Su voto al mejor postor, hoy al igual que su marido y los demás, ya que no tienen gobierno, venden su alma al diablo; mejor dicho al partido que los echó del poder.
Sería bueno que respondiera esa pareja de dónde salió el dinero para comprar una franquicia de café en la Zona del Río Tijuana, valuada en más de 3 millones de pesos.
De Saúl Osnaya sobra decir que es gato del patrón en turno. Y en esta ocasión su jefe esta en MORENA.
Estos sedicentes jóvenes de la política no son más que mercenarios políticos. Unos vividores, pues.
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Ya que de corrupción hablamos, estimado lector, usted debe saber que el candidato de la coalición “Va por Baja California”, el panista, Gerardo Álvarez Hernández, es propietario de una millonaria mansión en el exclusivo fraccionamiento Cumbres de Juárez en Tijuana.
El ex regidor y ex diputado local, por eso quiere regresar al Congreso Estatal, para seguir amasando fortuna y propiedad. “El Gera” como le dicen, es vecino de “Kiko” Vega y otros millonarios en dicho fraccionamiento.
Ser representante popular, si deja y deja bien.
(Redacción)
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