CDMX.- Hoy hace 200 años el Ejército Trigarante entró a la Ciudad de México, consumando la independencia de México. El proyecto constituyente definió a la felicidad de todos sus habitantes como el objetivo central de la independencia de la naciente República. El contenido de esa felicidad se definió como “el derecho a la igualdad, la seguridad, la propiedad y la libertad”.
A 200 años de esos hechos, hoy México sigue enfrentando el reto de consolidar la felicidad de sus ciudadanos.
En días recientes el gobierno mexicano y su partido han descubierto su verdadero carácter autoritario, antidemocrático y anti libertario. Han sido deliberadamente el anfitrión obsecuente de regímenes dictatoriales y populistas en América Latina que reprimen las libertades elementales y violan los derechos humanos de sus ciudadanos, al tiempo que destruyen las economías y deprimen el nivel de vida de sus países. Con ello, el régimen que encabeza López Obrador y el movimiento político que lidera, mostraron su intención de promover un proyecto político transexenal de represión y opresión política, de destrucción económica y tolerante al crimen organizado.
Es imposible que las y los ciudadanos libres y comprometidos con las causas de la libertad y la democracia dejemos de confirmar la deriva autoritaria del gobierno cuyos logros son casi inexistentes, mientras busca doblegar a los Poderes Judicial y Legislativo y someter a sus designios al INE, TEPJF y otros órganos autónomos del Estado.
La presencia vociferante de dictadores en suelo mexicano es un recordatorio amargo de que nuestra democracia está en riesgo. Hoy México enfrenta el reto histórico de definir su futuro a favor de la democracia y las libertades o caer en el populismo y la dictadura.
A 200 años de la consumación de nuestra independencia, la ciudadanía se declara en pie de alerta y lanza el llamamiento a las y los ciudadanos a reforzar la lucha y defensa de la democracia, las libertades y el Estado de derecho en nuestra querida Patria.
Los comentarios están cerrados.