Emiten recomendaciones para prevenir golpe de calor en menores

ENSENADA.- Autoridades de la Jurisdicción de Servicios de Salud de Ensenada, emiten recomendaciones para evitar un golpe de calor ante las altas temperaturas que se esperan en los próximos días.

La coordinadora de Medicina Preventiva de la Jurisdicción, Claudia Huerta Domínguez mencionó que, ante las altas temperaturas que se pronostican en la región durante las próximas semanas, es necesario seguir ciertas recomendaciones para evitar graves consecuencias por golpe de calor que provoca la elevación de la temperatura corporal y llega afectar considerablemente el organismo.

Explicó que las niñas y los niños son los más propensos a sufrir daños graves que pueden llevar hasta la muerte, sobre todo menores de cuatro años, ya que, al contar con una reserva de agua menor, su temperatura corporal sube más rápido.

Debido a lo anterior, no se debe dejar a la población infantil expuestos al sol durante largos periodos de tiempo, y bajo ninguna circunstancia deben permanecer en el carro con ventanas arriba, aunque estén bajo la sombra, ya que es en los vehículos en donde se han dado las situaciones más graves por insolación.

Por lo anterior Huerta Domínguez, emitió las siguientes recomendaciones para evitar el golpe de calor en las y los pequeños y en la población en general:

  • Hidratarse con agua natural, jugos naturales y si se presentan síntomas de deshidratación consumir Vida Suero Oral.
  • Mantenerse fresco en lugares con sombra y ventilados.
  • Vestir ropa ligera, de colores claros y utilizar sombrero o sombrilla para protegerse del sol.
  • Cubrir las ventanas que reciben la luz del sol colocando persianas, cortinas o papel de periódicos, ya que esto ayuda a disminuir hasta en 80% el calor dentro de la casa.

Para finalizar, la coordinadora de Medicina Preventiva, exhortó a madres y padres de familia a llevar inmediatamente a los menores al centro de salud más cercano en caso de tener los siguientes síntomas: mareos, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, debilidad, calambres, taquicardia y, en los casos más graves, alteración del estado de conciencia y convulsiones.

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