El saqueo en Playas de Rosarito

Esta vez de cobradores vestidos al estilo del narco. El tercer aviso llega con la policía y sellos de clausura. La cuota es de hasta medio millón de dólares por edificio para no clausurar la obra

Araceli Brown Figueredo, presidenta municipal de Playas de Rosarito, en Baja California, incrementó las presiones contra empresarios y comerciantes que se niegan a pagar derecho de piso. Sí, así como se lee.

A pesar de las denuncias públicas y órdenes judiciales contra las clausuras injustificadas, la alcaldesa de Morena manda, incluso con la policía, amedrentar a quienes se resisten a pagar las extorsiones millonarias que exige a través de funcionarios municipales o extraños testaferros vestidos de civil.

Playas de Rosarito es el municipio más importante en la oferta turística de Baja California. Históricamente, turistas de California y Arizona lo visitan atraídos por sus playas, las olas para surfear, su comida y su vida nocturna. Y, claro, para ellos pagar en pesos es muy atractivo. Por ello, en los últimos años ha florecido la industria inmobiliaria con la construcción de condominios.

Testimonios de empresarios constructores describen el modus operandi de Araceli Brown Figueredo. El primer aviso es a través de inspectores que dicen ser enviados por el Regidor de Morena, Miguel Moreno Ávila. Quién no accede a la extorsión, recibe una segunda visita. Esta vez de cobradores vestidos al estilo del narco. El tercer aviso llega con la policía y sellos de clausura. La cuota es de hasta medio millón de dólares por edificio para no clausurar la obra.

Muchos particulares -mexicanos y, principalmente, estadounidenses- han invertido los ahorros de su vida en la compra de un condominio para disfrutarlo y rentarlo a través de Airbnb. Ni ellos se salvan. El argumento para extorsionarlos es que ofrecen servicio de hotel sin el permiso correspondiente.

Las autoridades de Baja California piden a comerciantes y empresarios que denuncien ante la Fiscalía del Estado, pero no lo hacen por miedo a tan peculiares cobradores.

Pero, como lo dijimos en esta misma columna, no solo los constructores son extorsionados en Playas de Rosarito. Lo mismo restaurantes, bares, tiendas. Cualquier empresa o comercio está bajo la mira de la presidencia municipal. ¿Mario Delgado, presidente de Morena, y Adán Augusto López, secretario de gobernación, sabrán lo que está pasando en Playas de Rosarito?

BON APPÉTIT

Vaya lata. Además de enfrentar la ideologización de su trabajo por parte de la 4T, ahora los maestros tienen que lidiar con el talante autoritario de algunos gobernadores que se sienten virreicitos.

Miguel Barbosa, gobernador de Puebla, debe a los maestros de la sección 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación el pago de la homologación y el pago retroactivo de aumento salarial.

Pero Barbosa, simple y llanamente, no quiere pagarles. Por eso recibió tremenda rechifla durante un evento al que acudió su jefe, Andrés Manuel López Obrador. Y les respondió con su acostumbrado tono autoritario: A ver, a ver, a ver. Señores maestros, dejen sus grillas en otro lado, ¿de acuerdo?

Alguien debería decir a Barbosa que la solución es fácil. Simplemente, que cumpla sus compromisos.

POR ALEJANDRO CACHO
CACHOPERIODISTA@GMAIL.COM
@CACHOPERIODISTA

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