TIJUANA.- Tan sólo el catorce por ciento de las mujeres mexicanas optan por la lactancia materna en los primeros seis meses de sus hijos recién nacidos, según datos estadísticos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), declaró la maestra Sayuri Villegas, especialista con más de doce años de experiencia en atención temprana.
Sayuri Villegas asistió como invitada al espacio de Vida Universitaria con estudiantes de las Licenciaturas en Ciencias de la Educación y en Psicología de la Universidad de Tijuana CUT, donde impartió la conferencia «Estimulación e Intervención Temprana».
En México la mayoría de las mujeres dan a luz en instituciones públicas y desde que ingresa hasta que les entregan a su bebé y son dadas de alta, “hay un mundo de realidades diferentes” que dependen de la cantidad de mujeres pariendo al mismo tiempo, el personal médico disponible, si es fin de semana o día feriado, si es parto natural o cesaría, explicó la maestra Villegas mientras relataba los diferentes escenarios acerca del nacimiento, “de cómo venimos a la vida”, todo este contexto tiene relación con la estimulación temprana.
Habló de los beneficios que brinda la lactancia materna, incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda alimentar exclusivamente al infante en los primeros seis meses de vida y que se puede postergar hasta los dos años. Otros estudios documentan los componentes de la leche materna y su impacto en el desarrollo físicas, biológicas y de salud, pero sobre todo indica que además de ser un alimento indispensable, es un vínculo afectivo y de gran apego de gran beneficio entre el bebé y la mamá.
“Para que sea exitosa la lactancia materna debe establecerse el acercamiento desde la primera hora de vida, que es llamada la hora dorada, para aprovechar los reflejos primitivos del recién nacido”, destacó la también directora y fundadora del Centro Potencial de Desarrollo Infantil al reiterar que el sólo el catorce por ciento de mujeres en México practican la lactancia materna exclusiva “es una cifra sumamente triste”.
Mencionó que México por ser un país pobre, donde la mayoría de los mexicanos gana el salario mínimo, difícilmente una madre soltera o una familia con más de un hijo, podrá gastar la mayoría de su chequen en una lata de leche en polvo para el recién nacido, que es la vía de alimentación más cara. Sin embargo, no se tienen cifras altas de lactancia materna en México y, esta triste realidad en parte se debe a esa primera hora en la que no se establece ese apego inmediato entre la madre y su bebé.
La maestra Sayuri Villegas destacó que la estimulación temprana como el alimento inician desde el primer día de vida del infante, por lo que en cada oportunidad que se le presenta resalta la importancia de visualizar que todo niño que requiera este tipo de atención viene con una historia de nacimiento, con un apego establecido con los padres, con la falta de una figura paterna o materna. “Toda esta información es importante, incluso si nació en un hospital público o privado porque es totalmente una realidad diferente”.
La estimulación temprana son diversas acciones que se deben atender en los primeros tres años de vida de acuerdo con la OMS, pero se puede extender hasta los cinco años; esta diferencia se debe a que la edad en la que inicia la educación que imparte el Estado cada país la tiene en rangos diferentes. En el caso de México, los programas de la Secretaría de Educación Pública indican la obligatoriedad de la educación inicial para preescolar a partir de los 3 años y de 6 años en el nivel primario, sin embargo, se carece de la infraestructura educativa para brindar este servicio.
Subrayó que la estimulación temprana es un requisito básico para el óptimo desarrollo del cerebro del bebé, al potenciar sus funciones en cuatro aspectos: intelectual o cognitivo, la psicosocial, afectiva y de lenguaje. “Entonces cuando hablamos de estimulación temprana, hablamos que se favorece todo el desarrollo no sólo se mueven piernas o manos, sino se trabaja con la familia para favorecer todas las áreas del ser humano que acaba de nacer”, sostuvo.
La estimulación temprana está dirigida a todo bebé y niño durante sus primeros años con desarrollo típico, mientras que la intervención es la atención que se brinda a niños con desarrollo atípico, es decir, presentan un factor de riesgo por causa prenatal, perinatal o postnatal, por lo que las acciones de intervención están enfocadas en la prevención de daños. “La atención temprana es el término que usamos para englobar ambos conceptos”, indicó Sayuri Villegas.
En un Centro de Atención Temprana realizan trabajo tanto para estimulación como para intervención, trabajan con niños con desarrollo típico y atípico que son beneficiados por una larga lista de factores entre los más importantes destacan la parte biológica, la afectiva y el apego, en cada uno existe la evidencia científica sobre su impacto en el desarrollo cognitivo, la personalidad del niño y su progreso social.
En la actualidad la maestra Sayuri Villegas está enfocada en la formación de personas interesadas en potenciar el desarrollo infantil, un área que en México poco se ha explorado, primero porque no está reconocida como una ciencia. Por lo que Villegas tuvo que viajar a Cuba para especializarse en rehabilitación en afectaciones de neurodesarrollo, cuenta con una certificación en prestación de servicio y estimulación temprana de Red Conocer, única entidad mexicana para avalar competencias laborales, con el respaldo del Gobierno Federal, de la SEP y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Red Conocer brinda varios estándares de competencia en áreas como turístico, médico, empresarial, entre muchas otras, y en el área educativa ofrece una serie de requisitos para los interesados en la estimulación temprana.
Al finalizar la conferencia «Estimulación e Intervención Temprana» con la maestra Sayuri Villegas, el coordinador Académico de las carreras en Ciencias de la Educación y en Psicología, maestro Guillermo Lárraga Argüelles, le hizo entrega de un reconocimiento por compartir su experiencia y conocimiento con la comunidad estudiantil de la Universidad de Tijuana.
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