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PRESIDENTE ARDIDO
Por Francisco Ruiz*
La chachalaca es un ave galliforme que habita las zonas tropicales y mesetas templadas próximas, especialmente cañones, en Puebla, Oaxaca y suroeste de Chiapas. El significado de su nombre deriva del náhuatl “chachayaut”, término que se traduce como “hablar mucho”. De ahí que, tanto en México como en los países centroamericanos, la palabra se utilice para identificar a la “persona que habla en demasía”.
Durante el proceso electoral federal 2005-2006, se conformó la coalición “Por el bien de todos”, integrada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT), y el partido Convergencia (el cual, a partir del mes de julio de 2011, adoptó el nombre de Movimiento Ciudadano, MC). Dicha coalición se inclinó por Andrés Manuel López Obrador como su candidato presidencial. Esta sería la primera ocasión en la que el tabasqueño participaría en la contienda presidencial.
Contra los pronósticos que consideraban que el entonces secretario de Gobernación del gobierno foxista, Santiago Creel, sería el candidato oficialista, dada la antigua tradición que le confería la facultad metaconstitucional al presidente en turno para elegir a su sucesor. Sin embargo, el exdirigente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), exsecretario de Energía y excandidato a gobernador por Michoacán, Felipe Calderón, se convirtió en el abanderado del partido en el poder. Por otro lado, la “Alianza por México”, entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), llevó a la cabeza a Roberto Madrazo, exdirigente nacional del PRI y exgobernador de Tabasco. Además de Patricia Mercado, por el Partido Socialdemócrata, y Roberto Campa por el partido Nueva Alianza.
En aquel momento, el dos veces candidato a gobernador de Tabasco, tres veces candidato presidencial y presidente legítimo de México, mejor conocido como AMLO, acusó al presidente Vicente Fox (2000-2006), de intentar impedir su candidatura y su posible triunfo electoral. Durante toda la campaña, López señaló a Fox de entrometerse en el proceso y, al celebrar un mitin, espetó: “¡Ya cállate, chachalaca!”. En clara alusión a Fox Quesada.
Hoy, 17 años después, López Obrador ha cambiado inconmensurablemente su parecer, pues ha pasado del “ya cállate” al “me quieren callar”. De la libertad de expresión a la intromisión presidencial. Lo que más le exaspera al primer mandatario es que alguien -finalmente- le tomara la medida y le siguiera el paso: Xóchitl Galvez. Una política polémica, y carismática a la vez, que ha sabido capitalizar las estrategias lopezobradoristas, utilizándolas para defenderse y posicionarse frente al propio Andrés Manuel.
La aspirante a candidata presidencial por la coalición integrada por el PAN, PRI y PRD, los institutos políticos más antiguos y tradicionales de México, ha sabido colocarse en la predilección del electorado que no simpatiza con el aún presidente. Primero, se encadenó en la antigua sede del Senado de la República para impedir que sesionaran y dieran un albazo legislativo. La senadora se quedó “vestida y alborotada”, pues nunca llegaron, aunque sí logró su cometido: que los medios, redes y ciudadanos hablaran de ella.
Después vino su “visita” a Palacio Nacional para pedirle al presidente que, conforme a un amparo otorgado por un togado, le concediera su derecho de réplica. AMLO se reservó el derecho de admisión a su conferencia de prensa matutina, pero Xóchitl se impuso, llevándose la nota. Así mismo, Andrés minimiza los logros de la extitular de la hoy Alcaldía de Miguel Hidalgo y lucra políticamente con sus datos personales. Así, el presidente no tiene como atacarla sin que lo señalen de misógino, entrometido o ardido.
Post scriptum: «Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón», Sor Juana Inés de la Cruz.
* El autor es escritor, catedrático, doctor en Derecho Electoral y asociado del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
CONTACTO:
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Dr(c). Francisco Ruiz
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