#LeerEntreLíneas
SEPTIEMBRE DE LOCOS
Por Francisco Ruiz*
Septiembre es el mes de la patria pues, como no escapa a nuestra atención, el 16 de septiembre de 1810 estalló la guerra por la independencia de lo que hoy es México en voz del cura Miguel Hidalgo, quien fuera acompañado por Ignacio Allende, Juan Aldama y alrededor de 800 residentes de Dolores, Guanajuato. La “cuna de la Independencia”, como la llamaría uno de sus hijos más reconocidos en el mundo, el cantautor José Alfredo Jiménez.
Poco más de 11 años más tarde, el 27 de septiembre de 1811, el Ejército de las Tres Garantías (religión, independencia y unión), comandado por Agustín de Iturbide, ingresó a la capital del todavía virreinato de la Nueva España. Un día después, el 28 de septiembre, se firmó el Acta de Independencia del Imperio Mexicano y, finalmente, nació nuestro querido México.
Para quienes no pusieron atención a sus clases de Historia en la primaria y secundaria (que seguramente serán los menos), y para quienes tienen una memoria flaca (lo más), tal vez les sea complicado recordarlo, es por lo que, primero debo recomendarles tomar vitaminas y dormir mejor y, segundo, me tomé la libertad de redactar esa breve síntesis a manera de recordatorio.
En México, el mes de septiembre resulta muy significativo, desde el surgimiento mismo de nuestra nación, pasando por la instauración de la ceremonia del Grito de Independencia, el sacrificio de los Niños Héroes durante la batalla de Chapultepec y el nacimiento de Porfirio Díaz, hasta la celebración del “Día del Presidente”, las inauguraciones de la línea 1 del Sistema METRO de la Ciudad de México y del Museo Nacional de Antropología, además de los sismos que tanto afectaron a la capital de la república y sus alrededores.
En este año, los mexicanos hemos atestiguado la incorporación de nuevas figuras y procedimientos alternos a los oficiales en el ámbito electoral. Si bien el Proceso Electoral Federal 2023-2024 arranca oficialmente en septiembre, la realidad es que, gracias a la ocurrencia y presión del presidente López Obrador, casi todos los partidos políticos han adelantado un procedimiento que debió suceder a principios del próximo año.
López Obrador, en su paranoia por la lejana posibilidad de perder el poder presidencial, decidió (nuevamente), romper los cauces legales y, lograr así, que su “corcholata” predilecta recorra los lugares más recónditos de México. Donde haya votos, allá irá. Dicen que: “el miedo no anda en burro”. Así que “más seguro, más ´marrado”, es decir, a Andrés Manuel no le gusta correr riesgos, por lo que, de ser necesario, correrá siempre los menores.
Al expresidente legítimo de México no sólo le importa ganar la elección presidencial, sino ampliar su influencia en la Cámara de Diputados, así como en el Senado de la República. Allende de que no quiere que su candidata obtenga números significativamente menores a los que llevaron a AMLO a Palacio Nacional. Y es que, desde la perspectiva del aún primer mandatario, perder votos es perder popularidad y, en consecuencia, es perder aprobación sobre su “perfecto” sexenio.
Septiembre también dará la bienvenida a la primera gobernadora del Estado de México, la entidad federativa más poblada y la joya de la corona electoral. Además, el próximo año, el 30 de septiembre será el último día de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Lo anterior deriva de una reforma constitucional en materia político-electoral que modificó la fecha de la toma de posesión del presidente de México, pasando del 1º de diciembre al 1º de octubre, cada seis años. Ahora sí que: Septiembre me gustó pa´ que te vayas…
Post scriptum: “¡Muera el mal gobierno!”, Miguel Hidalgo y Costilla.
* El autor es escritor, catedrático, doctor en Derecho Electoral y asociado del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
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